
En 1989, conocí a Franck y David en una institución para discapacitados mentales donde estaba realizando un documental. Para mí, no pertenecían a ese lugar. Entonces tenían 17 y 19 años, y les pedí que me contaran su historia para hacer una película sobre ella. Tardaría nueve años en hacerla, nueve años durante los cuales entendería cada vez mejor la historia que quería contar entrevistándoles y viéndoles vivir y evolucionar. Una historia a dos voces sobre dos sufrimientos que ellos mismos pueden contarnos a la edad de 26 y 28 años. Contarán con la ayuda de Bernard Lempert, psicoterapeuta y formador en protección de menores, y Philippe Gutton, psiquiatra y profesor especializado en personas sin hogar. El objetivo es poner de relieve la relación causal entre los malos tratos, el fracaso escolar y el sinhogarismo.