
Sid Ahmed está enamorado a la vez de Fatiha, cuyo fuerte carácter le da el apoyo que necesita, y de Nacera, que es más suave, más femenina, y a la que huye cuando Fatiha le domina demasiado visiblemente. Esta situación no puede durar eternamente, por supuesto, y Sid Ahmed le dice a Nacera que va a romper con Fatiha. Llegado el momento, no se atreve a hablar con Fatiha. Ella aprovecha su vergüenza para decirle que le deja por otro. Sid Ahmed acaba en el hospital tras un intento fallido de suicidio. Al menos esta experiencia le ayuda a ver las cosas con claridad y a encontrar a la mujer que le espera: Nacera.